Las elecciones generales en el Reino Unido se acerca y el Partido Laborista, ganador según las encuestas, va desvelando sus propuestas electorales. En materia ferroviaria, se ha comprometido a terminar de nacionalizar la operación de los trenes de viajeros.
En la actualidad, el ferrocarril británico está en una profunda revisión tras el fracaso del sistema de franquicias durante la pandemia. De manera transitoria, el Departamento de Transportes mantiene los contratos con los operadores privados, pero haciendo un mayor control sobre toda la operación.
Durante los últimos años son varios los operadores que se han nacionalizado, pero manteniendo marcas separadas. De hecho, el grueso de operadores privados está sólo en Inglaterra, ya que tanto Gales como Escocia han nacionalizado sus trenes OSP.
Por su parte, la infraestructura es de titularidad pública a través de Network Rail. Mientras que la propiedad de los trenes es privada, siendo las ROSCO (Rolling Stock Companies) las encargadas de comprar los trenes y alquilarlos a los operadores.
Los últimos gobiernos conservadores han fracasado en su intento de reformar el sistema ferroviario. Sin embargo, su modelo de futuro se llama Great British Railways. Se trata de una marca paraguas con la que los tories buscan unificar tanto la infraestructura como la operación de los trenes de viajeros.
Sin embargo, a pesar de la unificación de marcas, los conservadores quieren mantener la operación de los trenes en manos privadas a través de concesiones. Que la operación la realicen varias empresas pero que el operador sea transparente para los viajeros, que sólo verán la marca Great British Railways.
Los Laboristas, por contra, quieren que Great British Railways sea también un operador público, el único de todos los trenes contratados por el Estado.
“El plan de los laboristas es ofrecer un sistema ferroviario unificado y simplificado que se centre implacablemente en garantizar mejores servicios para los pasajeros y una mejor relación calidad-precio para los contribuyentes”, defiende Louise Haigh, diputada laborista y Secretaria de Estado de Transporte en la sombra.
La propuesta laborista para nacionalizar la operación de trenes de viajeros
A continuación puedes leer su propuesta como parte de la precampaña electoral:
Los ferrocarriles británicos deberían ser motivo de orgullo, no de exasperación. Como país que creó los ferrocarriles, son una parte icónica de nuestro patrimonio y han desempeñado un papel esencial para que la gente pueda conocer nuestro país, pasar tiempo con sus seres queridos y aprovechar las oportunidades económicas durante más de dos siglos.
El plan laborista consiste en crear una estructura de gobierno unificada y simplificada que sitúe a los pasajeros en el centro de la meta, los objetivos y los incentivos del ferrocarril, y en someter a los operadores ferroviarios a la propiedad y el control públicos.
La propiedad pública de nuestros ferrocarriles responde a la necesidad práctica de prestar mejores servicios allí donde han fracasado.
Incluso los conservadores han tenido que poner bajo propiedad pública franquicias fallidas – la más reciente TransPennine Express – al igual que el último Gobierno laborista puso las infraestructuras bajo propiedad y control públicos en 2001 tras el desastroso colapso de la privatizada Railtrack.
Para lograr un alto nivel en nuestros servicios ferroviarios, un Gobierno laborista creará un nuevo organismo independiente, Great British Railways. Estará dirigido por profesionales del ferrocarril y expertos del sector y será responsable de la prestación operativa diaria de los ferrocarriles, de garantizar que la infraestructura y los servicios funcionen conjuntamente, y de las innovaciones y mejoras en la experiencia de los pasajeros y usuarios de mercancías.
El plan laborista arreglará nuestros ferrocarriles en beneficio de los pasajeros y del contribuyente. Puede marcar el comienzo de una década de crecimiento, innovación y mejora de los servicios, en la que los ferrocarriles desempeñarán su papel en la renovación nacional de Gran Bretaña.
Cómo establecerán los laboristas unos estándares elevados en nuestros ferrocarriles
Un gobierno laborista fijará la estrategia de Great British Rail, para asegurarse de que cumple para los pasajeros nuestros seis objetivos clave:
1. Fiabilidad: para que la gente pueda confiar en su viaje, tanto si se trata de un viaje puntual como de sus desplazamientos diarios.
2. Asequible – para que los precios se mantengan, siempre que sea posible, en un punto que funcione tanto para los pasajeros como para los contribuyentes.
3. Eficaces – para que la gente sepa que su viaje será lo más sencillo posible, desde la reserva hasta el viaje, y para ofrecer una mejor relación calidad-precio tanto a los viajeros como a los contribuyentes.
4. Calidad – para que los pasajeros tengan la experiencia de servicio que tienen derecho a esperar.
5. Accesibilidad – para que nuestros ferrocarriles estén al alcance de todos.
6. Seguros – para que las personas no se preocupen por su seguridad en el ferrocarril y no teman accidentes o delitos mientras viajan.
Estableceremos un nuevo y poderoso organismo de control de los pasajeros -la Autoridad de Estándares de los Pasajeros- para supervisar de forma independiente los estándares y defender la mejora del rendimiento del servicio con respecto a estas medidas.
La visión laborista para los pasajeros
Cada decisión -desde la estrategia a largo plazo fijada por los ministros hasta las decisiones operativas de ejecutivos y profesionales- se contrastará con la forma en que el ferrocarril ofrece un ferrocarril fiable, asequible, eficiente, de calidad, accesible y seguro para los pasajeros.
Los pasajeros deberán ver y sentir las mejoras que introduzcamos y empezar a desprenderse de las frustraciones que experimentan en el poco fiable sistema actual. Las mejoras específicas incluirán
- Reembolsos automáticos por retrasos y cancelaciones.
- Horarios, emisión de billetes y tarifas más integrados.
- La ambición de introducir una garantía de mejor precio, como la que ofrece Transport for London
- Abonos digitales.
- Un nuevo organismo único de control de los pasajeros: la Autoridad de Normas para los Pasajeros
- Normas claras que deben cumplir todos los servicios.
- Mejor conectividad móvil, incluido el avance hacia la 5G.
- Mejor integración con otros modos, como los autobuses y el alquiler de bicicletas.