Infrabel termina el despliegue del ETCS en toda la red ferroviaria belga

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Tren laboratorio de Infrabel destinado al despliegue del ETCS. © INFRABEL.

Tren laboratorio de Infrabel destinado al despliegue del ETCS. © INFRABEL.

Infrabel, el administrador belga de infraestructuras ferroviarias, ha alcanzado un hito histórico al completar la instalación del ETCS (Sistema Europeo de Control de Trenes) en toda su red de 6.399 kilómetros.

Se convierte en el segundo país europeo, tras Luxemburgo, en tener instalado el sistema en toda la infraestructura. No obstante, en mayo se aprobó mediante Real Decreto una moratoria de dos años para instalarlo en el parque móvil, por lo que convivirá con los sistemas tradicionales TBL1+ y Memor-Crocodile hasta diciembre de 2027.

La finalización del despliegue se produce más de una década después de iniciarse un ambicioso programa de renovación tecnológica que movilizó hasta 1.500 profesionales y requirió una inversión de aproximadamente 2.800 millones de euros.

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Un programa nacido de la necesidad de mejorar la seguridad

La génesis del plan ETCS belga se remonta directamente al accidente de Buizingen de febrero de 2010. Tras este suceso, el país aprobó en octubre de 2011 un “Masterplan ETCS” que establecía objetivos claros para incrementar progresivamente la seguridad operativa.

La estrategia se estructuró en fases: primero con la implementación del sistema TBL1+, una evolución del TBL1 de los años 80, finalizado en 2015 y compatible con los equipos ETCS. La segunda fase fue el despliegue progresivo del ETCS.

El impacto de estas medidas es claro. Infrabel desvela que los rebases de señales rojas se han reducido a la mitad desde 2010: de 104 incidentes en ese año a apenas 51 en 2024. Más significativo aún es que, gracias a la intervención automática del ETCS, ninguno de estos incidentes generó riesgo efectivo de colisión el pasado año.

Una red compleja pero eficiente

La magnitud técnica del proyecto explica tanto su duración como su inversión. La instalación del ETCS en la red belga requirió la instalación de 11.144 señales equipadas, 48.398 balizas distribuidas a lo largo de las vías y 658 antenas GSM-R para la transmisión de datos entre infraestructura ferroviaria y trenes. Además, se realizaron pruebas de funcionamiento en más de un millón de itinerarios para garantizar la operabilidad integral del sistema.

Desde el punto de vista operacional, el ETCS funciona como un sistema de control de velocidad automático y continuo. Cuando un maquinista supera la velocidad autorizada o no respeta las indicaciones de señalización (como la aproximación a una señal en rojo o una restricción de velocidad en la línea), el sistema interviene de forma inmediata: primero reduciendo graduadamente la marcha y, si es necesario, aplicando un frenado de emergencia.

Mapa del despliegue del ETCS en Bélgica. (C) ERMTS.BE
Mapa del despliegue del ETCS en Bélgica. © ERMTS.BE.

Hacia la operabilidad total: el desafío del material rodante

Aunque la infraestructura está completamente equipada, la operabilidad total del sistema depende aún del equipamiento del parque móvil.

El Real Decreto antes mencionado fija como plazo máximo diciembre de 2027 para que la totalidad de los trenes que circulen por la red dispongan de equipos ETCS compatibles.

Una vez alcanzado este objetivo, Infrabel prevé el riesgo residual se reducirá en un factor de 16 en comparación con los registros de 2010.

El ETCS es, por definición, un estándar europeo de interoperabilidad. Un tren equipado procedente de cualquier país miembro puede circular sin restricciones por cualquier línea también dotada del sistema.

Bélgica, en su condición de nodo del transporte europeo —con tres corredores internacionales de carga que conectan puertos y terminales estratégicos—, refuerza así su posición como punto fundamental de la red ferroviaria continental. La Unión Europea exige que estos corredores de mercancías estén equipados con ETCS antes de 2030.

Más allá de la seguridad, el ETCS genera beneficios secundarios significativos. Al permitir una velocidad más constante y predecible, reduce el consumo energético de los trenes en comparación con operaciones basadas en aceleración y frenado intermitentes.

Reconocimiento político y perspectivas futuras

Las autoridades belgas han subrayado el carácter estratégico del logro. Jean-Luc Crucke, ministro federal de Movilidad, destacó que el equipamiento completo de la red “confirma la elección de un nivel más elevado de seguridad en las vías” y proporciona “una base moderna para continuar desarrollando el tráfico ferroviario”.

Por su parte, Vanessa Matz, ministra de Acción y Modernización Pública responsable de política ferroviaria, enfatizó que el despliegue de ETCS “reduce considerablemente el riesgo de accidentes trágicos, como el de Buizingen”.

Con la infraestructura ya completada, Bélgica entra en una fase nueva: la de plena integración operativa con su material rodante. Los próximos años hasta diciembre de 2027 serán determinantes para consolidar este modelo de seguridad ferroviaria que ya ha posicionado al país como referencia en el contexto europeo.

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