Tras casi tres décadas de planificación y obras, la nueva línea ferroviaria Koralmbahn entró ayer oficialmente en servicio, marcando un hito histórico para el sur de Austria.
La línea de 130 kilómetros, que conecta Graz y Klagenfurt a través del túnel de Koralm —de 33 kilómetros, el sexto más largo del mundo—, fue inaugurada el viernes en un acto que contó con la presencia del presidente del país, Alexander Van der Bellen, el canciller Christian Stocker y otros altos cargos.
Gracias a esta nueva infraestructura, se reduce el viaje entre las dos ciudades de 2 horas a solo 41 minutos. Es una hora menos que el viaje en automóvil. La velocidad máxima que permite la línea es de 250 km/h. No obstante, los trenes Railjet que ÖBB usa en la línea sólo pueden alcanzar los 230 km/h.
Durante las primeras horas de funcionamiento, la ÖBB, empresa pública ferroviaria de Austria, registró una gran acogida: 30 trenes y alrededor de 10.000 pasajeros utilizaron la nueva línea. La demanda del primer día fue tan alta que la operadora prevé reforzar su oferta durante las vacaciones de Navidad.
La Koralmbahn, considerada el mayor proyecto ferroviario austriaco en un siglo, ha supuesto una inversión de 5.900 millones de euros, lo que deja el coste por kilómetro en 45,38 millones de euros. Forma parte del corredor europeo báltico-adriático y promete impulsar la economía regional, la sostenibilidad y la integración territorial del sur austríaco.