Tras más de un año de idas y venidas, Talgo ha completado la entrada del Gobierno de España, el Gobierno Vasco y el consorcio de inversores vascos en su capital.
Con este paso se pone fin a la venta del capital de Trilantic, que deseaba salir del accionariado de Talgo y que generó una OPA fallida por parte de la húngara Ganz Mávag.
La operación, cerrada hace menos de un mes y aprobada hoy por la Junta Extraordinaria de Accionistas celebrada en Las Matas (Madrid), pone fin a la etapa del fondo Trilantic como socio mayoritario y sella el rescate financiero del fabricante ferroviario mediante la llamada Operación Global.
La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) ha suscrito una ampliación de capital de 45 millones de euros mediante la emisión de 10,6 millones de nuevas acciones. Con un valor nominal de 0,301 euros y una prima de emisión de 3,949 euros por acción, el precio final se ha fijado en 4,25 euros.
Es el mismo que han pagado los miembros del consorcio vasco —Clerbil (propiedad de José Antonio Jainaga, dueño de Sidenor), BBK, Vital y el fondo público Finkatuz—, que ya controlan el 29,78% del capital social. Tras la operación, el capital de Talgo alcanza los 40,47 millones de euros, representado por 134,4 millones de acciones.
Además, la compañía ha autorizado dos emisiones de bonos convertibles en acciones. La primera, de 30 millones, ha sido suscrita íntegramente por la SEPI, mientras que la segunda, de 75 millones, ha corrido a cargo del consorcio vasco, ambas con un interés anual compuesto del 10,21%. Estas emisiones permitirán a los suscriptores convertirse en accionistas significativos si los bonos no se devuelven.
La Operación Global incluye también una refinanciación integral de 770 millones de euros , con tres tramos: un préstamo a largo plazo de hasta 650 millones garantizado parcialmente por CESCE, una línea de crédito revolving de 120 millones para circulante y una nueva línea de avales de hasta 500 millones. Estas medidas buscan garantizar la liquidez, reforzar la solvencia y asegurar el desarrollo de contratos internacionales con Deutsche Bahn, Flixtrain o el operador egipcio ENR.
El Consejo de Administración considera que el nuevo diseño financiero permite reducir el riesgo de refinanciación y mejorar la previsibilidad de los flujos de caja. La Junta también aprobó reducir el número máximo de consejeros de 10 a 8, con la previsión de que los gobiernos central y vasco cuenten con representación directa.
La entrada de los nuevos accionistas pone fin a 84 años de control de la familia Oriol en la presidencia de la compañía. Recientemente, el ministro Óscar Puente anunció la salida de la presidencia de Carlos de Palacio y de Oriol. Su cese conllevará, previsiblemente, la del consejero delegado Gonzalo Urquijo.
Con el apoyo de los ejecutivos estatal y vasco, Talgo ve reforzada su estabilidad y consolida un futuro menos dependiente del capital privado, asegurando la continuidad de sus programas industriales y su papel estratégico.