El 5 de mayo de 2024 fue el último día de servicio de la C-9 de Cercanías Madrid, Cercedilla-Cotos. El otrora conocido como Ferrocarril Eléctrico del Guadarrama, cerraba sus puertas para iniciar unas obras de renovación integral que iban a durar un año.
Sin embargo, los avances han sido escasos y en los últimos meses las obras avanzan, si es que lo hacen, a un ritmo muy lento. Tendrían que haber terminado a principios de mayo. Pero, a día de hoy, aún hay tramos de vía original sin levantar.
Aunque las fotos de esta noticia fueron tomadas a principios de abril, según varias personas el panorama sigue siendo parecido.
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A pesar de haber preguntado en sucesivas ocasiones a Adif por los retrasos y su causa, en un mes este medio no ha obtenido respuesta.
Línea Cercedilla-Cotos, una ambiciosa renovación paralizada
Los planes son ambiciosos. La renovación de la línea C-9 de Cercanías Madrid incluye:
- Renovación integral de la vía, con pequeñas modificaciones para suavizar levemente el eje de la vía de 5 a 10 cm en algunas curvas. El objetivo es aumentar la velocidad máxima.
- Modificación del esquema de vías de Cercedilla, Navacerrada y Cotos.
- Sustitución de la catenaria por la CRC 160A.
- Supresión del Bloqueo Telefónico.
- Renovación de los enclavamientos e instalación de telemando desde Chamartín.
- Refuerzo de trincheras y muros de contención.
- Reapertura del apeadero de Camorritos.
- Recuperación de la vía de cruce en Siete Picos.
Sin lugar a dudas, un plan que iba a traer la línea a los estándares del siglo XXI, ampliar su capacidad y garantizar su buen estado durante muchos años.
Personas que han recorrido recientemente la vía, como el autor de las fotos, denuncian que en todo el recorrido solamente han visto a tres operarios trabajando y que el único avance visible es la instalación de los nuevos postes de catenaria y sus ménsulas. La vía está completamente levantada, salvo en algunos puntos como pasos a nivel.
A casi de cumplirse los dos meses de retraso, la línea Cercedilla-Cotos es una interesante vía verde con postes de catenaria nuevos.
Mientras tanto, los trenes nuevos esperan en La Sagra a que tengan una vía por la que circular y un hilo de contacto que les suministre energía.
No es la única obra del Plan de Cercanías Madrid con problemas de avance.
La prolongación de la línea C-4 entre Colmenar Viejo y Soto del Real también va con retraso. Las obras empezaron en septiembre de 2023 con un plazo de 24 meses. Tras una primera paralización por un presunto hallazgo de restos arqueológicos, los avances han sido escasos.