Renfe anuncia los resultados económicos de 2024 con unos datos que mejoran notablemente los del ejercicio anterior. Con unas pérdidas netas de 2,9 millones de euros (frente a los 121,5 millones de 2023), el grupo se acerca a los beneficios empujado por el aumento de la demanda de viajeros.
Durante el año pasado, el operador público transportó a más de 535 millones de pasajeros y alcanzó un beneficio operativo (EBIT) de 68,6 millones de euros, frente a las pérdidas de 83,3 millones de 2023.
El impulso vino principalmente de los servicios de AVE y Larga Distancia, que aumentaron un 14,4% sus usuarios y generaron 1.366 millones en ingresos. En total, el grupo facturó 1.923,6 millones, un 5,3% más que el año anterior.
La compañía redujo sus pérdidas netas a 2,9 millones, gracias al crecimiento comercial y a su consolidación internacional, con operaciones como el Haramain en Arabia Saudí y el Tren Maya en México, que aportaron 87 millones.
Cercanías y Media Distancia registraron un leve descenso de ingresos por la gratuidad de abonos y obras, aunque ganaron viajeros recurrentes. Renfe reforzó su apuesta por la innovación y sostenibilidad, instalando 20.000 paneles solares y reduciendo un 88,7% su huella de carbono desde 2005.
Durante el primer semestre de 2025, los resultados han empeorado con unas pérdidas netas de 81,8 millones de euros debido al lastre de Renfe Mercancías.