Un fallo en los servidores informáticos de Adif provocó ayer una nueva jornada de caos en la alta velocidad con origen y destino Madrid. La incidencia, registrada a media mañana, obligó a detener circulaciones en marcha y a mantener en estación trenes en Atocha y Chamartín, afectando sobre todo a los corredores Sur y Noroeste.
Ouigo cifró en nueve sus trenes afectados y en 3.000 los viajeros perjudicados, mientras que Iryo notificó cinco trenes con demora. Renfe ofreció cambios y anulaciones sin coste durante todo el día. Varios pasajeros denunciaron retrasos superiores a una hora y la ausencia de información en paneles de salidas y llegadas durante parte del incidente.
Adif activó los sistemas de respaldo, lo que permitió recuperar gradualmente la circulación a primera hora de la tarde, aunque las demoras persistieron durante el resto del día. La red convencional, incluyendo Cercanías, funcionó sin alteraciones.
La avería coincidió con la comparecencia del ministro de Transportes, Óscar Puente, en el Congreso. Puente defendió que el retraso medio de Renfe es de 6,2 minutos este año, aunque anticipó dos años de incidencias por la convivencia entre material nuevo y anticuado en la red ferroviaria.