El próximo mes de diciembre el servicio en la línea 6 del metro de Madrid volverá a la normalidad. Cuando termine la primera fase de las obras de modernización y mejora que permitirán la automatización completa, la línea volverá a ser circular.
Sin embargo, Metro podría afrontar un importante problema operativo: la falta de trenes para reforzar el servicio.
Hasta mayo, la flota de la línea estaba formada por 30 trenes de la serie 8400-2ª bitensión (600 V/1500 V) y 4 composiciones de la serie 5000-4ª monotensión 600 V que se usaban como complemento.
Con Trenvista Premium, disfruta de una experiencia sin anuncios y acceso a contenido exclusivo.
Únete por sólo 35€ al año y aprovecha ventajas exclusivas diseñadas para personas expertas en el ferrocarril.
★ Descubre Trenvista Premium
Estos refuerzos eran habituales y son necesarios cuando faltan trenes de la serie 8000 por averías y otras labores de mantenimiento o un pico de demanda. Sin embargo, con el cambio de tensión de catenaria a 1500 V, la serie 5000 ya no puede volver a la línea 6.
Su ausencia podría provocar una mayor saturación de una línea que ya de por sí está saturada y que hace 10 años contaba, además, con 21 trenes de la serie 5000-2ª (compartidos con la línea 9) que se retiraron abruptamente del servicio, sin que hasta ahora se hayan reemplazado.
Aunque la Comunidad de Madrid aseguró que se iban a desamiantar para devolverlos al servicio, en la actualidad se están desguazando.
Las peculiaridades de la línea 6 del metro de Madrid
Para sustituir a esos trenes de la serie 5000, Metro necesitaría sacar de otras líneas trenes de 6 coches compatibles con la tensión en catenaria de 1500 V. Dado que los 5000-4ª sólo podrán destinarse a la línea 9, la única de gálibo ancho que mantiene los 600 V, ésta podría ceder material móvil bitensión a la línea 6.
Serían los trenes de las series 7400, 9400 y dobles composiciones de 8400-1ª. De otras líneas podrían usarse trenes 7000 y 9000 monotensión así como dobles composiciones de 8000-1ª y 9700, aunque esto obligaría a reducir el servicio en ellas.
Sin embargo, los trenes de Ansaldobreda (7000 y 9000/9700) tienen vetada su circulación en la línea 6 tras el accidente de Moncloa de 2009.
Además, la línea 6 está dotada del sistema CBTC Cityflo 650 de Alstom que en gálibo ancho sólo se instaló en los trenes 5000-2ª, 5000-4ª y 8400-2ª.
Esta situación de falta de material es temporal hasta que lleguen los nuevos trenes, previstos para finales de 2026 y que podrán circular sin maquinista cuando se instalen las puertas de andén y se actualice el CBTC. Por lo que no es viable instalar este sistema en otros trenes para un tiempo tan corto.
Por lo tanto, el cambio de tensión ha hecho que la línea más usada del metro de Madrid se quede sin trenes para reforzar el servicio.
Según fuentes no oficiales, para prevenir la retirada de trenes, durante la interrupción de la línea por obras se están haciendo los mantenimientos de ciclo largo. Estos son los que más tiempo tienen a los trenes fuera de servicio.
Metro no se ha pronunciado sobre este asunto. A pesar de las consultas realizadas sobre qué trenes se usarán como refuerzo, la única respuesta recibida es que desde Metro se calculan las tablas de trenes en función de la demanda prevista para cada uno de los periodos del año y se reforzarán los trenes según las necesidades del servicio y la disponibilidad de los trenes.