Después de siete años de desarrollo, el programa de reforma y renacionalización ferrocarril británico ha alcanzado un momento crucial. El 5 de noviembre llegó al Parlamento el proyecto de ley que creará la Great British Railways (GBR).
Reino Unido, en sentido contrario a la Unión Europea
Será una entidad pública responsable de la gestión integral de la red ferroviaria, integrando infraestructura y servicios de pasajeros. Es la vuelta a la empresa única, salvo por la operación de mercancías. Además, los trenes seguirán siendo propiedad de las empresas de alquiler o Roscos.
Esta reforma marcará el fin del modelo fragmentado vigente desde la privatización de los 90 y aspira a ofrecer una red más simple, fiable y centrada en el usuario. GBR reunirá la gestión de Network Rail y las operaciones de trenes de viajeros OSP bajo un único organismo que, se prevé, estará plenamente operativo en unos dos años.
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Laura Shoaf, presidenta de Shadow Great British Railways, organismo provisional que ya coordina la transición, explicó en la conferencia anual de la Railway Industry Association (RIA) que la reforma abrirá “la puerta a un ferrocarril verdaderamente moderno. Pero el camino concreto dependerá ahora de la tramitación parlamentaria y del desarrollo detallado de la nueva estructura”. Shoaf destacó la importancia de avanzar en este periodo intermedio para sentar las bases de la futura empresa.
Mientras, se continúa con la nacionalización de operadores y su integración en el DFTO (Department for Transport Operator) conforme vencen los contratos. El último ha sido Greater Anglia, hace menos de un mes.
El nacimiento de Great British Railways fortalecerá a la ORR
Uno de los pilares de la reforma será el fortalecimiento del organismo regulador, la Office of Rail and Road (ORR). Aunque la asignación de surcos para los trenes pasará a gestionarse internamente por GBR para optimizar la capacidad, el ORR conservará un papel crucial para dirimir apelaciones de operadores privados, especialmente en mercancías y servicios comerciales. Tendrá que asegurar un equilibrio entre sector público y privado.
En materia de atención al usuario, GBR se compromete a poner al pasajero en el centro con la creación de una plataforma unificada de venta de billetes y servicios digitales, reemplazando las actuales 14 plataformas disgregadas, y con un organismo de defensa del pasajero con mayores poderes para exigir mejoras y supervisar la calidad del servicio.
Además, el proyecto legislativo incluye reformas en tarifas y accesibilidad, ampliando, por ejemplo, la elegibilidad para la tarjeta ferroviaria para personas con discapacidad y promoviendo el uso del ferrocarril como motor de crecimiento económico sostenible.
Con sede en Derby, GBR pretende ofrecer un sistema ferroviario coordinado y coherente, capaz de responder a las demandas tanto nacionales como locales, y que sirva como base para la recuperación y modernización del transporte por tren en el Reino Unido después de décadas de complejidad, empeoramiento del servicio y encarecimiento del precio de los billetes.