¿Alguna vez te has preguntado cómo se compran los trenes que circulan por nuestras vías? Adquirir un tren no es tan sencillo como comprar cualquier producto: no es llegar a un concesionario, elegir el modelo, el color y los extras.
Detrás hay un proceso riguroso, transparente y pensado para garantizar que los trenes se adapten a las necesidades y a la infraestructura, sean seguros y eficientes.
Aunque este artículo está orientado a la normativa europea, el resto de países de fuera de la UE siguen procedimientos similares.
En el caso de la UE, aunque la compra de trenes se guía por unas normas comunes que aseguran la competencia y la calidad, cada país añade después sus reglas propias.
Un largo y tedioso proceso
Debido a las particularidades del sistema ferroviario y de la normativa, la compra y puesta en servicio de vehículos ferroviarios es un largo proceso con varias fases que te voy a presentar con una infografía y desarrollar más abajo.
Normativa
Tengo que empezar por el tostón. Si no te interesa la normativa, sigue al siguiente paso.
Bien, la compra de trenes en la Unión Europea se basa en unas normas comunes. Estas normas garantizan la igualdad de oportunidades para todos los fabricantes, obligan a la transparencia y buscan el mejor uso posible del dinero público.
Las directivas europeas de contratación pública, como la Directiva 2014/24/UE y la Directiva 2014/25/UE, son la base de estos procesos y se aplican en todos los países miembros.
Además, para conocer cómo se compran los trenes debes saber que en el sector ferroviario hay reglas específicas que aseguran la interoperabilidad y la seguridad de los trenes en toda Europa, como los Reglamentos sobre Especificaciones Técnicas de Interoperabilidad (ETI).
Aunque la normativa europea es común, cada país la adapta usando leyes propias, un proceso llamado “trasposición”. Así, la base legal europea se convierte en reglas prácticas en cada Estado, con algunas diferencias en el detalle o el control.
- En España, todo el proceso viene regulado por la Ley de Contratos del Sector Público (Ley 9/2017, modificada en 2025). Además, existen normas técnicas específicas para material ferroviario y la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria (AESF) supervisa la seguridad y homologación por delegación de la ERA (Agencia Ferroviaria Europea).
- En Francia, la contratación pública se regula a través del Code de la Commande Publique, que incorpora todas las directivas europeas y, además, establece requisitos técnicos y de seguridad propios para los trenes que circulan en la red francesa.
- En Alemania, la norma principal es la Ley de Contratos Públicos (Gesetz gegen Wettbewerbsbeschränkungen, GWB) y el Reglamento de Contratación Pública de Suministros y Servicios (Vergabeverordnung, VgV). Estos textos recogen las reglas europeas y detallan el procedimiento concreto para la compra de trenes, siempre bajo la supervisión de agencias federales y regionales.
En resumen, Europa pone las bases pero cada país adapta el proceso a su realidad, combinando las garantías comunes con sus propios controles y requisitos. Gracias a esto, el cómo se compran los trenes sigue siendo un proceso transparente y segura, pero también se ajusta a lo que necesita cada red ferroviaria.
Identificación de las necesidades y planificación
El primer paso para comprar un tren es saber para qué se necesita. Las empresas ferroviarias y las autoridades analizan si hacen falta nuevos trenes porque hay más pasajeros, rutas nuevas, trenes antiguos que deben sustituirse o porque quieren mejorar la eficiencia y sostenibilidad.
Después, se planifica todo el proceso: se calcula cuánto costará, se busca la financiación necesaria y se prepara una hoja de ruta para toda la compra.
Además, en esta fase se definen, a grandes rasgos, las características técnicas básicas y las necesidades que tendrá ese nuevo tren (por ejemplo, número de plazas, accesibilidad, velocidad…).
Antes de pasar al siguiente paso del proceso de cómo se compran los trenes, es imprescindible que la necesidad esté bien justificada y que exista un plan claro y realista que asegure que los nuevos trenes resolverán el problema detectado.
¿Se pagan con dinero público?
Sobre cómo se pagan los trenes de operadores públicos suele haber confusión.
En la normativa europea sólo se puede destinar dinero público para la compra de trenes destinados a prestar servicios OSP.
Para comprar trenes destinados a servicios comerciales, el propietario debe usar fondos propios o recurrir al endeudamiento. Aún así, hay operadores como Renfe que suelen combinar deuda y dinero público para comprar trenes destinados a servicios OSP y hay trenes comerciales que se pueden pagar parcialmente con subvenciones excepcionales.
Por ejemplo, los trenes que Ouigo usa en España han sido comprados por Ouigo a SNCF Voyageurs con fondos propios (aunque procedan de la propia SNCF) y recurriendo a deuda. Y en su día SNCF los compró a Alstom de la misma manera, sin dinero del contribuyente francés.
Licitación y concurso
Una vez planificado el proyecto y definidos los requisitos, llega el momento de buscar al fabricante que construirá los trenes. Para ello, se abre un proceso llamado licitación o concurso público, donde diferentes empresas pueden presentar sus ofertas para competir de forma justa y transparente. Aunque este procedimiento está adaptado para explicar cómo se compran los trenes, las licitaciones siguen el mismo esquema para todo tipo de contratos públicos.
Existen varios tipos de procedimiento:
- Procedimiento abierto: cualquier empresa interesada que cumpla los requisitos puede presentar una oferta. Es el más habitual y transparente. Es como cuando quieres hacer una obra en casa, defines exactamente lo que necesitas y publicas un aviso detallando todos los requisitos; cualquier contratista puede ver el anuncio y darte un presupuesto cerrado, con poco margen para negociar después..
- Procedimiento restringido: solo pueden presentar ofertas las empresas que hayan sido seleccionadas previamente por la administración. Suele usarse en contratos más complejos o que requieren experiencia demostrada. En el ejemplo de la obra, primero seleccionarías a los contratistas que cumplen ciertas condiciones (confianza, experiencia, solvencia) y solo ellos pueden enviarte sus propuestas cerradas.
- Procedimiento negociado: la administración negocia directamente algunos aspectos contractuales con una o varias empresas seleccionadas. Solo se emplea en situaciones especiales, como casos de urgencia, exclusividad técnica o si no hubo ofertas válidas en un concurso anterior. A veces, este procedimiento no requiere anuncio público (no publicitado) si se dan los motivos previstos por la ley. En la analogía, sería como elegir tú mismo a uno o más contratistas y negociar directamente con ellos los detalles y el precio de la obra, adaptando las condiciones a lo que necesitas en ese momento. Así suele ser cómo compran los trenes las empresas privadas.
- Diálogo competitivo: se utiliza cuando el proyecto es complejo o innovador y no se pueden definir todos los detalles desde el principio; primero se seleccionan varias empresas capaces y se dialoga con ellas para explorar y comparar soluciones técnicas, y solo cuando se tiene claro qué se necesita, se les pide una oferta final para elegir la mejor opción. Es como si quisieras reformar tu casa sin tener un plan detallado, consultas a varios contratistas, te sugieren ideas y, cuando decides qué reforma quieres, pides presupuestos cerrados para escoger al mejor.
Una vez seleccionado el procedimiento, seguimos con el proceso de cómo se compran los trenes haciendo la licitación o concurso siguiendo los siguientes pasos:
1. Anuncio previo a la licitación
A veces, se publica un anuncio antes de lanzar el concurso para avisar y dar tiempo a que las empresas se preparen, aunque no siempre es obligatorio. Un ejemplo son las locomotoras de maniobras que va a comprar Adif.
2. Publicación oficial de la convocatoria
El órgano público responsable publica toda la información en plataformas oficiales (como la Plataforma de Contratación Pública o el Diario Oficial de la Unión Europea), para garantizar que todas las empresas interesadas puedan acceder a las bases y condiciones.
3. Presentación de ofertas
Las compañías envían sus propuestas dentro del plazo indicado, respetando tanto las formas como los requisitos técnicos y administrativos que se exigen.
4. Evaluación técnica y económica
Un comité especializado revisa cada oferta, valorando tanto la calidad técnica (por ejemplo, la seguridad, innovación o eficiencia de los trenes) como la oferta económica. Así se asegura que la elección no sea solo por el precio, sino por la mejor combinación de calidad y coste.
Adjudicación
Después de que las empresas hayan enviado sus ofertas y un comité especializado las ha evaluado, llega el momento de decidir quién será el ganador del contrato en el proceso de cómo se compran los trenes. Este paso se llama adjudicación y es clave para garantizar que se elige la mejor propuesta, no solo en precio, sino también en calidad, innovación y cumplimiento de todos los requisitos técnicos y legales.
Primero, la administración comunica cuál es la empresa que ha presentado la oferta más ventajosa, llamada a veces “adjudicatario propuesto” o “preferente”, término conocido como “preferred bidder” en inglés. Esta empresa debe luego entregar documentos legales adicionales, como garantías y certificaciones, para confirmar que puede cumplir con lo acordado.
En la legislación de algunos países del norte de Europa, Reino Unido e Irlanda se suele anunciar públicamente al adjudicatario propuesto (como ocurrió recientemente en el contrato de la SNCB a CAF) y existe cierto margen de maniobra en este proceso de cómo se compran los trenes para negociar aspectos esenciales del contrato todavía no cerrados. En el resto de países, este paso es principalmente un formalismo administrativo que no suele hacerse público ni permite modificar los puntos básicos del acuerdo.
Superada la fase de propuesta de adjudicación, se cierra la adjudicación del contrato a la empresa ganadora. Durante un periodo breve, otras empresas pueden presentar reclamaciones o recursos si creen que ha habido alguna irregularidad. Solo si todo está correcto y no hay problemas, la adjudicación se hace definitiva. Finalmente, se firma el contrato y se establecen las condiciones para la fabricación y entrega de los trenes.
Cómo se compran los trenes: fabricación y homologación
Una vez firmado el contrato, el fabricante empieza a construir los nuevos trenes según los requisitos acordados. Este proceso incluye la fase de diseño, en la que se definen todos los aspectos, desde el cableado y componentes hasta los asientos y SIV (Sistemas de Información al Viajero). Durante la fabricación, el comprador hace controles de calidad y se revisa que todo cumpla con la normativa.
Antes de que los trenes puedan circular, deben superar diversas pruebas técnicas y de seguridad tanto en las propias instalaciones del fabricante como en la red ferroviaria. Además, deben ser homologados por las agencias oficiales, que certifican que cumplen todas las normas europeas y nacionales.
Solo cuando los trenes han pasado todos los controles y cuentan con la autorización necesaria, están listos para entrar en servicio y transportar viajeros con total seguridad.
Empresas privadas y leasing
Hasta ahora he explicado cómo se compran los trenes por parte de empresas públicas. Sin embargo, esta normativa no afecta a las empresas privadas que tienen libertad total, salvo en los aspectos de interoperabilidad que sí deben cumplir.
Lo más habitual es que hagan el equivalente a un proceso negociado sin publicidad o un diálogo competitivo y no tienen obligación de hacer pública la compra.
Además, existe otra manera de adquirir material rodante ferroviario, el leasing. En este caso, el operador no compra los trenes sino que los alquila a un tercero, conocido como ROSCO (acrónimo en inglés de Rolling Stock Company). Estas empresas son las que compran los trenes y deben seguir el proceso explicado si son públicas.
Entrega
Cuando los trenes ya están fabricados, probados y homologados, llega el paso final: la entrega. El fabricante entrega formalmente los trenes a la empresa ferroviaria, que comprueba que todo está en orden y realiza las últimas pruebas en la red real para asegurarse de que funcionan perfectamente.
Una vez superadas estas pruebas finales y con todos los permisos y certificaciones, los trenes reciben la autorización oficial de puesta en servicio. ¡Solo entonces pueden empezar a prestar servicio!
Y con esto termina la explicación, lo más sencilla posible, de cómo se compran los trenes.