Un robo de cable en cinco puntos distintos de la provincia de Toledo y un posterior enganchón en la catenaria han provocado este domingo la suspensión del tráfico ferroviario en la línea de alta velocidad Madrid-Sevilla, afectando a más de 10.700 viajeros y 30 trenes de Iryo, Ouigo y Renfe.
El incidente, que el ministro de Transportes, Óscar Puente, ha calificado de “grave sabotaje”, se produjo en plena operación retorno del puente de mayo, multiplicando el impacto en miles de pasajeros, que se quedaron atrapados durante horas en los trenes o en las estaciones.
El robo de cable: origen de la crisis
Los robos, detectados a las 17:45 del domingo, se produjeron en un radio de 10 kilómetros en los municipios de Los Yébenes y Manzaneque (Toledo), afectando a los sistemas de señalización y seguridad de la línea. Aunque el valor del material sustraído ronda los miles euros, el daño causado ha sido “terrible”, según palabras del propio ministro.
En un primer momento, el robo provocó demoras de hasta una hora y la circulación limitada de los trenes, afectando tanto a servicios comerciales de los tres operadores como a los Avant de Renfe.
Un enganchón de catenaria, el remate
La situación se agravó cuando un tren de Iryo sufrió un enganchón en la catenaria cerca de La Sagra, lo que obligó a detener el convoy, realizar un transbordo de pasajeros y reparar la catenaria antes de poder restablecer el suministro eléctrico. Este incidente dejó sin energía a otros trenes en la línea, aumentando el número de afectados y los tiempos de espera.
Para facilitar la llegada de los trenes a Atocha, Renfe suprimió la salida de todos sus trenes desde la capital a partir de las 20:35.
Los retrasos en los trenes afectados han llegado a ser de varias horas, con algunos trenes llegando a su destino a primera hora de la mañana.
Para gestionar la emergencia, la estación de Madrid-Puerta de Atocha permaneció abierta durante la noche y Cercanías Madrid habilitó trenes especiales para trasladar a los viajeros que llegaban de madrugada.
Por su parte, los técnicos de Adif trabajaron toda la noche para reponer el cable robado y reparar la catenaria. El servicio entre Madrid y Toledo no se ha podido reanudar hasta las 8:45 y una hora más tarde, a las 9:48, se ha restablecido entre Madrid y Andalucía.
No obstante, según ha informado el Ministro, el 100% de la normalidad no se va a recuperar hasta entre las 14:00 y las 16:00.
La Guardia Civil ha abierto una investigación y el Ministerio de Transportes ha solicitado la colaboración ciudadana para identificar a los responsables de lo que consideran un ataque a una infraestructura crítica.
Reacciones
El presidente de Renfe, Álvaro Fernández de Heredia, ha subrayado que el robo de cable, aunque grave, permitía la circulación con limitaciones, pero que fue el incidente con el tren de Iryo el que terminó por paralizar la línea.

Tanto el Presidente del operador público como el Ministro han estado informando en todo momento a través de sus cuentas de X la evolución de la crisis.

En declaraciones a los medios, Puente ha denunciado que “No es un hurto casual; es un ataque a infraestructura crítica. La afectación a los trenes que quedaban por circular era muy seria”.
Por su parte, el consejero de Vivienda, Transportes e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid, condenó el sabotaje y exigió transparencia y medidas para mejorar la seguridad de todo el sistema ferroviario.